El mejor Brasil de todos los tiempos (según yo, pues)

Bellini levanta el trofeo Jules Rimet

Por Juan Carlos Cabrera Pons

Para celebrar la proximidad del Mundial y como amante de lo hipotético que soy, realicé lo que a mi gusto sería la mejor selección brasileña de la historia, exceptuando a los actuales convocados.

Éstos son los resultados de un ejercicio que comenzó como mera recreación, pero que se tornó en bastante informativo, y que me apeteció publicar aquí para dar relación de algunos de los mejores jugadores que ha dado la más exitosa selección nacional de fútbol de la historia.

Aclaré ya que no he tomado en cuenta a los jugadores actualmente elegidos para formar parte del Scratch do ouro. Asimismo, he intentado acomodarlos en una formación que pudiera funcionar, por lo que algunos grandes futbolistas han sido omitidos de mi selección para dar a pie a una alineación hipotéticamente plausible.

Por último, esta es una selección personal. Mucho de mí mismo hay en ella y, por lo tanto, puede ser rechazada, elogiada o contrariada con más de un buen criterio. Agradeceré sus consideraciones y comentarios.

Mi selección histórica de Brasil:

Brasil histórico

Cláudio Taffarel

La carrera de Cláudio Taffarel como guardameta abarca 18 años, durante los cuales fue capitán de la selección brasileña en más de 100 ocasiones. Sus títulos hablan por sí solos: se llevó la Copa del Mundo en 1994 y fue subcampeón en 1998; además, obtuvo la Copa América en 1989 y 1997 y el subcampeonato en 1991 y 1995. En su país será recordado por detener un penalti en la final contra Italia en Estados Unidos 1994, atajada gracias a la cual los suyos se coronaron.

Nilton Santos

A Nilton Santos le decían «la Enciclopedia» debido a sus conocimientos sobre fútbol. Fue una pieza clave en la defensa del Scratch en los Mundiales de 1954, 1958 y 1962. En 1958, ante Austria, anotó un gol que volvió loco a su mismo entrenador. Jugó toda su vida para el Botafogo, y se ha identificado tanto con este club que su cumpleaños, el 16 de mayo, fue delcarado «el día de Botafogo». La IFFHS -por si alguien quiere tomarlos en cuenta- lo considera uno de los cinco mejores defensas en la historia de América Latina. La FIFA, en el 2000, lo nombró el mejor lateral izquierdo de todos los tiempos.

Bellini

Hilderaldo Luiz Bellini era el capitán de la Selección Nacional de Brasil en 1958, año en que los sudamericanos obtuvieron la primera de sus cinco Copas del Mundo. Él, antes que ninguno, inventó el gesto famoso de levantar la Copa por encima de la cabeza con las dos manos; gesto que todos los capitanes de cualquier equipo campeón repiten desde entonces. Se dice que levantó el trofeo de esta manera para que los periodista pudieran conseguir una mejor foto. Desde entonces su famosa imagen es símbolo de victoria.

Bellini Jules Rimet

Aldair

El día que Aldair dejó la Roma, los nerorossi retiraron el 6, número que el defensa brasileño vistiera durante 13 años. Así de grande fue su nombre en la Ciudad Eterna. Jugó 93 partidos con la selección brasileña, incluyendo los Mundiales de 1990, 1994 y 1998, y la Copa América en 1989, 1995 y 1997.

Carlos Alberto

¿Qué les puedo decir de Carlos Alberto que no sepan? ¿Quién no ha repetido en video y en la memoria su gol contra Italia en México 1970? El entonces capitán de los brasileños, a pase de Pelé, anotó el cuarto tanto de la goleada con la que la quizá mejor selección de la historia se llevó el trofeo (un gol indiscutible en mi top 15). No hay un lateral ofensivo desde los setenta que no haya estudiado su técnica, sus carreras sorpresivas por la banda, su regresos defensivos y su potencia todo terreno.

Zico

La pareja que formaron Zico y Sócrates en el centro del campo a comienzos de los ochenta puede sólo compararse en nuestros días con las exitosas sociedades Pirlo/Gatusso y Xavi/Iniesta. Sin embargo, a la efectividad de los italianos y a la visión de campo de los españoles, los brasileños añadían un verdadero performance artístico. No por nada recordamos a la de Brasil, en España 1982, como a la más artística de las selecciones mundialistas. El «Pelé Blanco», como lo llaman algunos, es uno de los mejores pasadores que ha visto la historia. Pelé mismo lo considera el jugador que más se ha acercado a su talento (y no lo dice en vano, pues Zico es el cuarto mayor anotador de la selección brasileña).

Gérson

Canhotinha de Ouro («el Zurdo Dorado») fue el cerebro dentro del campo para la Selección de Brasil que se llevó la Copa del Mundo en México 1970. ¿Debo decir algo más?

Como curiosidad, no fue incluido en la lista de los 125 mejores jugadores vivos que hizo Pelé para celebrar el centenario de la fundación de la FIFA. Gérson se mostró furioso por su ausencia y la de algunos de sus compañeros, y en una transmisión televisiva destruyó una pieza de papel en blanco que representaba la lista de su compañero. Mientras lo hacía, dijo:

Respeto su opinión, pero no estoy de acuerdo. Además de Zidane, Platini y Fontaine, ¿estoy detrás de 11 franceses? ¡Debe ser una broma!

Didí

Didí jugó tres Mundiales para Brasil: Alemania Occidental 1954, Suiza 1958 y Chile 1962. Ganó los últimos dos y fue nombrado el mejor jugador del torneo en 1958. Su técnica era impecable, ¡pero im-pe-ca-ble, les digo! Es el inventor de la folha seca («hoja seca»), un estilo de tiro libre letal para los guardametas (es eso que hacen los grandes cobradores de tiros libres: el balón se eleva notablemente y baja en el momento preciso para entrar apenitas por la parte alta de la portería). Además, se dice que fue él quien por primera vez se refirió al fútbol como «el bello deporte». He aquí un poeta.

Pelé

¡Oh, sorpresa! Pelé está en esta selección. No me detengo mucho en él. La mitad del mundo lo cree el mejor jugador de la historia; la otra mitad, el segundo mejor (yo lo tengo en el número tres de mi top histórico, pero ésa es otra historia). Pelé es Pelé, «o Rei». Su gol contra Suiza en 1958 está en segundo lugar en mi top 15 de goles mundialistas. Su cabezazo contra Italia y la hermosa asistencia que le dio a Carlos Alberto en la final de México 1970 son sólo dos cerezas en el pastel repleto de cerezas que fue su carrera.

Si acaso puede argüirse que colocarlo de extremo por la izquierda y no de delantero centro (que sería su posición natural) resulte en un desperdicio de su talento. Pienso que, a quienes cuestionaran su capacidad para jugar esa posición, él respondería lapidariamente: «Yo lo haría».

Ronaldo

Hace algunos meses José Mourinho lo denominó «El verdadero Ronaldo», pero lo conocemos más bien como el Fenómeno. Es, junto con Zidane y Messi, uno de los únicos tres futbolistas en ganar el premio de la FIFA al mejor jugador del año tres veces o más. Muchos lo consideran el delantero más completo de las últimas décadas; varios el más completo de todas las décadas. Es el segundo mayor anotador para la selección brasileña en la historia y, en Alemania 2006, rebasó a Gerd Müller para convertirse en el mayor anotador en la historia de los Mundiales (récord que Miroslav Klose podría superar en la próxima edición. Nada mal: un brasileño lo obtiene en Alemania, un alemán en Brasil). Ronaldo es además famoso por haber jugado tanto en el Barcelona y el Real Madrid como en el Milan y el Inter. Algunos han sugerido que las lesiones que terminaron con su carrera son el resultado de una milenaria maldición futbolística.

Garrincha

Hablar de Garrincha es hablar del mejor regateador de la historia. «Garrincha» quiere decir reyezuelo (una especie de pajarillo particularmente hábil para brincar entre las ramas más bajas de los árboles). Su lista de apodos es considerable: sus compañeros lo llamaban Mané (que es una forma corta de Manuel, su verdadero nombre); en Brasil es común que lo recuerden como Mané Garrincha, pero también como Alegria do Povo («Alegría del Pueblo») y Anjo de Pernas Tortas («Ángel de Piernas Dobladas»). Obtuvo los Mundiales de 1958 y 1962, y se llevó los títulos a mejor jugador y mayor anotador de este último.

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